INTRODUCCIÓN
Más que una formación, es una transformación a través de encuentros vivenciales, a través de un proceso donde se soltará lo aprendido. Será un vaciarnos del constructo mental e ilusorio que creemos ser, un dejarse caer, un poner luz sobre aquello que no somos. Comprehendiendo la realidad a través de la propia experiencia.
Dentro de la ilusión, viviremos un “proceso” de soltar lo adquirido, descargando la mochila lo suficiente para acceder a la realidad que somos, sin filtros ni interferencias que condicionen nuestra percepción. Será un interiorizar la práctica de forma natural y simple.
Durante los 7 talleres monográficos y los 7 encuentros de seguimiento se darán las pautas para identificar cuándo entramos en automático, en la ilusión, además de prácticas útiles de acceso a la realidad que somos.
- El fluires una constante. La propuesta e invitación consiste en mantener una permanente mirada interior, volviéndonos el dedo índice hacía nosotros mismos, para sentir eso que sentimos y no queremos sentir, eso que no aceptamos -o no nos permitimos- del compañero, del facilitador o de la propia vida en nosotros mismos. Siendo ese sentir nuestra verdadera guía interior, es un viaje hacia dentro, donde, en la medida que cada cual desee y se permita, será invitado y acompañado a trascender e integrar.
- Caminaremos hacia la realidad del corazón. Dejaremos atrás la ilusión de lamente, las alucinaciones constantes en las que vivimos. Discerniremos la diferencia entre la realidad objetiva y la subjetividad, esa realidad ilusoria de nuestra propia sala de cine y sus proyecciones. Un viaje hacia la realidad atemporal del corazón, donde ocurre la vida, sin prejuicios ni perjuicios contaminantes, sin juicios agotadores que retrasan nuestro despertar.
- El abrazo y la aceptación del instante presente será la constante durante los encuentros.
Propósito
La intención principal es vivenciarse, vaciándose de todo lo que creemos ser y no somos, para dar paso a aquello que somos, la vida misma, única realidad que existe. Hay muchas formaciones, cursos y talleres que teorizan sobre arduos procesos terapéuticos que, si bien tienen un sentido en sus inicios, llegado el momento hay que soltar. Si queremos avanzar y sostener la realidad, hay que soltar lo artificioso, la impostura.
Lo primero e importante es saber que no somos lo que creemos ser. Detectar lo falso en nosotros es una prioridad para dar paso a lo que somos. Sucederá un vaciarse, un dejar ir, ocurriendo la vida a través de nosotros. Es algo que siempre estuvo ahí, los que no estábamos éramos nosotros.
Con este curso soltaremos todo lo que no eres para que suceda lo que ya está sucediendo. Sacaremos del trozo de madera todo lo que no es flauta, para que la música de Dios suene a través de ti. Es como el iceberg que arrastra rocas apegadas al suelo marino, creyéndolas suyas, hasta que soltamos ese lastre que te impide emerger y macerarte al calor del Padre Sol. Una vez ahí, dejan de ser necesarias las terapias y nos maceramos al calor de la presencia, de la realidad que somos, donde el personaje desaparece y se deja caer en la confianza de no ser nada, muriendo en vida a lo que somos.
Visitar la realidad será la pauta a seguir en cada uno de los encuentros, esta os dará el hábito necesario para continuar sin necesidad de acompañamiento, aunque este siempre potenciará la práctica.